San Pedro Apóstol

La imagen de San Pedro arrepentido ha pasado totalmente desapercibida para la historiografía artística. Quizás en ello haya influido su mal estado de conservación hasta el año 2009, fecha en la que junto a una serie de esculturas, todas ellas de la Iglesia del Castillo de Lebrija, fue restaurada por el taller de restauración de la Casa de la Cultura de Lebrija.

En la expresada intervención se han recuperado todos sus valores escultóricos, así como la rica policromía a base de motivos vegetales. No sería descabellado pensar en una misma autoría con respecto a la escultura de Cristo atado a la columna, aunque el vacío de información al respecto hace arriesgada dicha atribución, por lo que de momento habría que considerarla como una escultura anónima del último tercio del siglo XVIII, afín a la escuela genovesa.

La imagen ha vuelto a recuperar la devoción de los hermanos de la Hermandad del Castillo, que desde 2010 le rinden culto el día de San Pedro, efectuando una salida procesional en solitario, pero acompañado de un gallo de metal policromado dispuesto sobre la antigua columna del Señor.

REYES DE LA CARRERA, Manuel Ramón: “La iconografía del Cristo atado a la columna con San Pedro arrepentido en las Hermandades de Sevilla y su provincia” en XIV Simposio sobre Hermandades de Sevilla y su provincia
Santísimo. Sevilla, Fundación Cruzcampo, 2013. Pág. 63.