Ntro. Padre Jesús

Atado a la Columna

Según  estudios recientes, dadas sus características estilísticas,  Ntro. Padre Jesús Atado a la Columna se relaciona con el llamado “Círculo Jerezano-Genovés”, en concreto con los talleres de los Vaccaro o de los Creci; Éstos eran escultores de origen Genovés,  que residen y trabajan en Jerez en torno al último Tercio del S. XVIII  y que se relacionan con la destacada afluencia Genovesa que se instala en Cádiz y en  sus alrededores, a raíz del cambio de ubicación de la Casa de Contratación y el monopolio del comercio con las  Indias.

 Los autores mencionados, aunque han nacido ya en la zona de Jerez (Cádiz) o bien desde pequeño residen  en ella, sorprende el estilo genuinamente Genovés que imprimen a sus obras, ya que supuestamente su formación la han realizado esta zona de Jerez y su entorno.  Este hecho se explica,  porque estos autores posiblemente han realizado su aprendizaje en el taller de algunos de los maestros genoveses, que procedentes, éstos sí, de su tierra natal, se instalan en Cádiz y sus alrededores, donde ejercerán su profesión, dadas las oportunidades que podría ofrecer el comercio con América. Éste es el caso, por ejemplo de Jácome Vaccaro, que aunque reside desde muy pequeño en Jerez, debió formarse en el taller de los hermanos Vicente y Bernardo Crecí, los cuales son también  genoveses.

En cuanto a la relación que se atribuye a Ntro. Padre Jesús atado a la Columna con esta escuela, viene dada a partir de un estudio realizado recientemente, a Ntro.  Padre Jesús del Consuelo, de la Hermandad jerezana del Transporte, el cual concluye  su influencia con Círculo Jerezano Genovés. Imagen esta, que a su vez guarda muchísima relación con  la de Ntro. Padre Jesús atado a la Columna; pues se han encontrado en ambas numerosas similitudes,  según José Mª Romero Arana, autor de dicho estudio, el parecido de sus rostros sorprende, encontrando grandes afinidades en el dibujo de los ojos, la nariz, la boca o la formación de la barba; la distribución del cabello en torno a la frente, se asemeja en ambas tallas, así como algunos detalles en sus manos.

Igualmente ambas imágenes guardan relación, aunque quizás en menor grado con otras  imágenes jerezanas  procedentes de este circulo, de donde los autores antes mencionado, Vaccaro como los Crecí, son sus máximos representantes.

Por tanto, aunque hoy no sabemos a “ciencia cierta” quien fue su autor, es probable que tanto Ntro. Padre Jesús del Consuelo, como Ntro. Padre Jesús Atado a la Columna, salieran de la gubia de un mismo autor;   lo que es innegable es su relación con ese Círculo Jerezano-Genovés del que hemos hablado.

INCORPORACIÓN DE NTRO. PADRE JESÚS ATADO A LA COLUMNA A LA “COFRADIA DE NTRA. SRA. DEL CASTILLO”

A través de uno de estos inventarios y libros de cuentas referidos a la Cofradía de Ntra. Sra. del Castillo, obtenemos noticia  de un hecho relevante para el devenir de la cofradía y que va a determinar la trayectoria de ésta hasta la actualidad, dando lugar por tanto a la cofradía que conocemos hoy día,  nos referimos a la incorporación a la Cofradía de Ntra. Sra. del Castillo,  la imagen de Ntro. Padre Jesús Atado a la Columna en 1771.

La partida referente a este dato, en el libro de cuenta, reza así: “Ytten  doy en data un mill ciento veinte reales de vellon que pague a Don Benito Castellanos, por un señor amarrado a la columna que se compro por esta Hermandad cuia compreda se hizo con intervención de sus hermanos, como todo los demas gastos que ban adatados”.

El coste de dicha imagen, sería sufragado por dicha hermandad en la forma siguiente: “ Yten es cargo doscientos cinco reales de vellon que en sicho año se juntaron de limosna para ayudar de hacer un señor amarrado a la columna, para dicha cofradía”.

“ Yten es de mi cargo un mill ciento sesenta y un real y medio de vellon que percivi, y se juntaron de limosna en unos toros que se hizieron en dicho año de setenta y uno para ayuda a hacer el referido señor.”

Su llegada a Lebrija, fue muy esperada y celebrada, con distintos actos y ceremonias; la imagen fue bendecida  y llevada a la ermita del Castillo, donde se le rendirá culto; este hecho supuso una serie de gastos, como se evidencia en dicho libro de cuenta:     

“Yten quinze reales que costo la sera que se gasto quando se fue por dicho señor en prosecion, para llebarlo a la Iglesia del Castillo, donde sta”.

Yten siete reales que pague a un carpintero por unos tarugos que hizo para poner en la urna de dicho señor.

Yten sessenta y cinco reales de vellon pagados a la musica que asistió, quando se llevo dicho Señor a bendecir.

Yten cient reales de vellon pagdos al Padre predicador cuaresmal por un sermón que sijo para la colocacion de dicho señor.

Yten cincuenta y seis reales y medio de vellon que pague al beneficio por la missa cantad que se dijo para dicha colocacion.

Yten sesseta y tres reales de vellon costo que tubieron seis libras de zera que se gasto en dicha función

Yten treinta reales de vellon que costo el componer y poner desente la capilla donde se coloco dicho señor”.

A pesar de todos estos datos, no sabemos con certeza quien fue su autor, ya que  Benito Castellano debió ser un intermediario, que negocio o trató con la Hermandad y de  su autor material no  tenemos constancia,  o al menos no se conserva un contrato referente a este hecho, donde aparezcan las condiciones de dicho trabajo, o los requerimientos de la  cofradía si los hubo, al menos no ha llegado hasta nosotros. Sin embargo podría ser posible, que dicha imagen se realizara con otro fin y Benito  Castellano, la poseyera o la tuviera con otra intención y de esta forma  la Hermandad se interesara por dicha imagen, aunque resulta extraño que una imagen que es acogida con tanta veneración por la Hermandad, no fuese previamente encargada,  marcando unas condiciones o pautas para su factura, llegando a ser su presencia en la Hermandad casual. Esto nos parecería muy raro, por lo que concluimos que los términos de este contrato se han podido perder. En cualquier caso, lo que es seguro  es que Benito castellano, no fue su autor.